Creación 1: El caballero y su corcel
Como todos los días el caballero cabalgaba en su
corcel.
Tal para cual, caballo y caballista corrían por
los cerros cántabros.
Se
pasaban las horas caminando cerca de los campos de cultivo de cereal y cuando
podían, cargaban con la cebada hacia el castillo.
Al
crepúsculo subían a la cima de la cumbre y se capuzaban en el cálido cauce del
río Campiazo.
Por la noche, el animal se echaba una cabezada
en las cuadras y su cacique dormía en su cómoda cama de pluma de ave de corral. Los dos cavilaban sobre las correrías que llevarían a cabo cuando estuvieran en
la corona del feudo.
Muy bien amaya me ha gutado mucho y has utilizado palabras de las cuales desconocioa su significado.
ResponderEliminarQué bien, Amaya. Qué resultado tan brillante para un ejercicio sujeto a condiciones muy concretas.
ResponderEliminarEs habitual en tus relatos la ambientación cántabra de los mismos. Esa idea me gusta mucho. Considero que es un gran acierto, un estrategia que acerca la historia al lector.
Buen trabajo :)
Muchas gracias
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